SUCESOS EXTRAORDINARIOS Y TERRORES IMAGINARIOS
Décadas antes de que se importara masivamente la insulsa fiesta de "Halloween", los críos de la posguerra caspolina andábamos atareados por estos días vaciando calabazas "d'al conde" (¿por qué se llamarán así?, ¿serán reminiscencias de la carroza de Cenicienta?), tallando en la corteza unos ojos redondos, una nariz achatada y una boca de aspecto feroz, colocando una vela en su interior y recorriendo las calles oscuras y casi desérticas de aquellos años. ¡Qué miedoooo! No inventábamos nada nuevo, sencillamente seguíamos una antigua tradición vinculada a las fiestas de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, que la moda hoy imperante ha reinventado con aires más ñoños y foranos. Esta breve reflexión no sirve para otra cosa que para presentar el cuaderno que depositamos en tu correo informático. Acorde con las fechas, esperamos que puedas disfrutarlo de noche, a la luz de la "tablet" y (si el tiempo acompaña) con una pequeña tempestad de lluvia y viento fuera de la casa, y algún que otro crujido en el interior. No son imprescindibles, pero ayudan.
